“Para algunas especies, estas adaptaciones pueden ser muy prominentes, como el hocico extremadamente largo y los dientes entrelazados en Gavialimimus, que planteamos como una ayuda para atrapar presas que se mueven rápidamente ”, dijo.
Añadió que otra especie distintiva sería Globidens simplex—Descrito el año pasado por el laboratorio de Caldwell— que tiene dientes robustos y globulares adaptados para aplastar presas duras como animales con caparazón.
“No todas las adaptaciones en esta docena de especies son tan dramáticas y, en algunos casos, puede haber cierta superposición en las presas, pero en general hay evidencia de que ha habido una diversificación de estas especies en diferentes nichos”, señaló Strong.
Alternativamente, la principal hipótesis contrastante sería un escenario de competencia más directa entre especies. Strong dijo que dadas las diferencias anatómicas entre estos mosasaurios, sin embargo, la idea de la partición del nicho parece más consistente con la anatomía de estas diversas especies.
“Esto sí ayuda a dar otra dimensión a esa diversidad y muestra cómo todos estos animales que viven al mismo tiempo en el mismo lugar pudieron ramificarse y tomar sus propios caminos a través de la evolución para poder coexistir así”, dijo.
Los restos del G. almaghribensis incluía un cráneo de un metro de largo y algunos huesos aislados. Nada explicaba la causa de la muerte del espécimen, que fue descubierto en una mina de fosfato en Marruecos que es rica en fósiles.
“Marruecos es un lugar increíblemente bueno para encontrar fósiles, especialmente en estas minas de fosfato”, dijo Strong. “Esos fosfatos reflejan en sí mismos sedimentos que se habrían depositado en ambientes marinos, por lo que hay muchos mosasaurios allí”.
Referencia: “Una nueva especie de mosasaurio longirostrino plioplatecarpina (Squamata: Mosasauridae) del Cretácico Superior de Marruecos, con una reevaluación del taxón problemático ‘Platecarpus’ ptychodon” por Catherine RC Strong, Michael W. Caldwell, Takuya Konishi y Alessandro Palci, 28 de septiembre de 2020, Revista de paleontología sistemática.
DOI: 10.1080 / 14772019.2020.1818322